Seguro que te lo has preguntado alguna vez...
¿Por qué algunos oradores
resultan tan interesantes
y yo apenas logro captar la atención de mi público?
¿Por qué?
Si quieres saber porqué algunas personas se suben a un escenario y hacen una presentación o una charla de éxito, con la aparente misma tranquilidad con la que hablarían con su pareja mientras dan un paseo por el parque, en esta página te voy a enseñar cómo.
O al menos lo voy a intentar.
Bien, lo primero que quiero que sepas es que no saldrás de esta formación siendo el próximo Obama de la oratoria. No es posible recorrer un camino tan largo en tan poco tiempo. Él tampoco lo consiguió rápidamente.
Esto no es bueno ni malo, simplemente es así.
Si tus expectativas eran esas y esto es un problema para ti, lo mejor es que dejes de leer aquí mismo.
Pero si te interesa aprender oratoria de verdad y tienes los pies en el suelo… déjame decirte algo:
¿Sabías que no es por el miedo escénico por lo que la mayoría de los oradores fracasan?
No, no lo es. Y te voy a decir porqué, pero no esperes una respuesta mágica o algo así, porque no la hay (la respuesta sí que existe y es más sencilla de lo que crees).
Pero antes de responderte, déjame contarte un par de cosas...
La primera es que tengo una formación en oratoria donde enseño a hablar con seguridad en público
diseñando discursos para que conectes con tu público y les resultes interesante, tú y lo que tú dices (dejando atrás los típicos discursos aburridos y también aquellos que te hacen parecer exagerado o ridículo. Hablo de oratoria de verdad, sencilla pero muy potente, práctica y explicada con ejemplos reales).
Todo lo que sé lo aprendí en mis 21 años de paso por la política y de la formación que adquirí de mano de algunos profesionales de la oratoria en España y Latinoamérica (estos últimos son bastante mejores que los españoles, de eso no hay duda).
Si te paras a pensar, la comunicación política no es tan distinta de la que discurre fuera de ella. Los conceptos -aunque con algunos matices- son muy similares.
Y algo más
La oratoria es una disciplina muy sencilla. ¿Sí? Claro que sí.
Hacer una tortilla de patatas también lo es: patatas, huevos, cebolla (sí, con cebolla, siempre), aceite y sal... sólo eso, ¿qué puedes salir mal? Pues no lo sé, pero el caso es que cada persona hace una tortilla completamente diferente y hay algunas que están riquísimas y otras que no se las comería ni un muerto de hambre.
Pues con la oratoria pasa lo mismo.
Hay oradores muy buenos (pocos) y la mayoría andan entre la mediocridad y lo pésimo, pero eso no quiere decir que hablar bien en público sea complicado.
Lo único que quiere decir es que la gente no sabe cómo hacerlo correctamente. Eso es todo. Porque las técnicas son sencillas, no necesitas ninguna experiencia ni formación previa. Y las puede aplicar cualquiera, hasta el jefe de telemarketing de Vodafone. Imagínate.
Bien, ¿En qué consiste entonces mi formación?
Ten un poco de paciencia, más adelante lo explico con detalle.
La segunda cosa que quiero contarte es que el otro día, navegando por internet, me topé con la historia de un chico pakistaní llamado Danish Dhamani.
Su experiencia con la oratoria me resultó reveladora, porque podría ser mi historia o quizá la tuya, quién sabe.
Cursando primaria, su profesora le pidió que se presentara y el chico se sintió aterrado:
“30 pares de ojos mirándome”,
“Mi mente se puso en blanco”
“Mi corazón comenzó a acelerarse”
…
“Empecé a escuchar risitas en el aula”
“Y luego las lágrimas corrieron por mi mejilla”
Lógico… el miedo escénico hizo aparición por primera vez en la mente de Danish.
A medida que creció, el chico superó los típicos miedos de los niños (ya sabes, a las cucarachas, a los fantasmas, etc.) pero… el miedo a hablar en público:
“Se quedó conmigo, como si fuera parte de mi alma”
Y es que el miedo a hablar frente a otros es como un virus: si no lo tratamos con una vacuna se va haciendo cada vez más grande, como una bola de nieve pendiente abajo, y se hace fuerte para atacarnos de nuevo. Es decir, vuelve una y otra vez, y ese nudo en el estómago es una sensación muy desagradable.
Así que, aunque estaba siendo derrotado por el miedo escénico, era sólo la primera batalla de la guerra.
El chico, lejos de abandonar, no se rindió, e hizo lo que todos hacemos cuando tenemos un problema: ir a Google en busca de ayuda.
Y allí encontró 2 enlaces: uno de soluciones y otro de beneficios.
El primer enlace (soluciones) le mostró todas las diferentes formas que podía probar para superar este miedo:
- contratar a un entrenador de oratoria
- hacer cursos por internet
- asistir a clubs de oratoria
- etc…
Probó con los cursos por internet y aprendió por ejemplo a variar el tono de voz -hablando rápido para transmitir emociones con sus palabras, o reduciendo la velocidad para llamar la atención-.
También se apuntó a un club de oratoria para poder practicar y recibir comentarios sobre lo que hizo bien y lo que debía mejorar.
Fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado durante todo este tiempo.
Porque siempre había creído que para ser un gran orador había que nacer con un don. Pero no, finalmente se dio cuenta de que:
Hablar en público es una habilidad que se aprende.
Eso significa que cualquiera que quiera hablar de forma persuasiva en público puede hacerlo. Como cualquier presentador de esos que salen en la TV (e incluso mejor, te lo aseguro).
Todos podemos.
To-dos. Sí, tú también puedes.
El segundo enlace de Google hablaba de beneficios, de las grandes cosas que podría conseguir si finalmente consiguiera superar este miedo que tanto le paralizaba.
Y es cierto, la oratoria te abre muchas puertas, muchas oportunidades de socializar y de crecer profesionalmente.
Y aumenta tu confianza,
y por tanto tu autoestima,
y te acabas ganando el respeto de la gente.
Y eso en algunas personas es algo muy importante,
porque es el paso más decisivo para
alcanzar el reconocimiento que todos buscamos
(sea social, laboral, profesional, como líder, lo que cada uno se fije como meta). Y esa sensación de seguridad y plenitud es muy placentera. Mucho.
Y te digo más,
la oratoria te hará destacar
sobre tus competidores. Ya sabes, aquellos que han estudiado lo mismo que tú, que trabajan en un puesto similar, que tienen parecidas aspiraciones a las tuyas...
Mira, hay gente a la que le gusta competir y otras no, pero lo cierto es que -queriendo o sin querer- casi siempre estamos compitiendo (sea por un puesto de trabajo, un ascenso, en unas elecciones, en una venta…).
Siempre hay alternativas a ti o al producto o servicio que vendas. Cuando hay un “hueco” que ocupar y varios candidatos, debes diferenciarte y destacar (para bien, se entiende). Está claro: si tú no te diferencias, otro lo hará y te quedarás fuera.
Y -a igualdad de condiciones-
el que mejor comunica acaba ganando.
Y ganar... a todos nos encanta 😉
Pues bien, nuestro amigo Danish termina su charla con algo que me parece muy importante:
"Sal y enfrenta tus miedos, no los entierres en el fondo. Si tienes un problema, busca una solución".
"Para mí, todo comenzó cuando era pequeño. Esa primera vez sentí el miedo a hablar en público. Eso es lo que me dio poder para actuar. Eso es lo que me permitió emprender este viaje para convertirme en un mejor orador".
Y eso es clave, pero CLAVE con mayúsculas. El joven aprovechó el miedo que tenía en ese momento como palanca para tomar acción y decidió formarse como orador. Conozco poca gente con esa determinación pero los que la tienen siempre alcanzan el éxito.
Y hay otra cosa que dice y que me llamó mucho la atención de su conferencia, y que he comprobado es una verdad como un piano de grande:
"Este viaje nunca termina. Nunca verás la línea de meta. De hecho, no hay línea de meta al hablar en público. Siempre puedes mejorar."
"Recuerda eso. Siempre puedes convertirte en un mejor orador. Sólo te detienes si te dices a ti mismo que eres lo suficientemente bueno".
Y Danish, con la mentalidad adecuada, los conocimientos, y con buenas dosis de dedicación y esfuerzo, consiguió todo lo que se propuso. Y aún sigue mejorando.
Ah!, recuerda que al principio de esta página te decía que:
No es el miedo escénico la razón principal por la que los oradores fracasan.
El miedo escénico es algo que se entrena y supera -ojo, no digo que se elimine por completo, porque tener un poco es necesario- digo que se supera con entrenamiento.
Por el contrario, la razón principal por la que los oradores fracasan es porque:
Antes de diseñar su discurso no estudian a su audiencia y, por tanto, no se dirigen a ella.
¿Ves cómo te dije que no encontrarías ninguna respuesta mágica? Porque no la hay, es así de simple. Así de sim-ple.
Hace algún tiempo -no recuerdo dónde- leí algo que explica muy bien el porqué de esto. Alguien formulaba la siguiente pregunta:
Si tuvieras que montar un negocio de hamburguesas, ¿cuál sería el factor más importante para conseguir ventas?
Respuestas varias: situarlo en una zona céntrica donde pasen jóvenes, poner precios asequibles, contratar a un chef especialista en hamburguesas, poner un gran letrero en la entrada...
Todo eso está muy bien, ayuda, pero no es determinante. Lo más importante para un negocio de hamburguesas es que…
haya personas hambrientas.
Puedes tener la mejor hamburguesa del país al mejor precio, en el sitio más céntrico de la ciudad pero… sin clientes hambrientos… no hay ventas. Cero.
Puedes darle todas las vueltas que quieras y ponerte como te pongas, pero es así.
Pues con la oratoria es lo mismo,
tienes que pensar en tu audiencia
y hablar de lo que les interesa,
no de lo que te interesa a ti.
Porque hablar de lo que te interesa a ti es como vender la hamburguesa que más te gusta a ti, que no tiene porqué ser la preferida de tus clientes.
Creo que se entiende.
Pues de esto, de cómo enfocar el discurso hacia tu público (y de otras muchas cosas más) hablo en el capítulo donde explico cómo hizo un señor llamado Carlos Moreno para enfocar su discurso con la misma precisión que un cirujano opera a corazón abierto. Es una manera muy práctica de aprender a enfocar nuestro mensaje.
* El enfoque es donde fallan la gran mayoría de los oradores, así que atención a esta parte.

¿Qué más encontrarás dentro de este curso?
Cambia el chip.
Sin mentalidad...
...no hay forma de empezar nada, por eso comienzo con esta frase: la mentalidad es el cimiento más sólido de un buen orador.
Aprenderás:
√ Cómo un profesor usó el humor de forma magistral en su charla y cómo, llegado el momento, pensó: "hasta aquí hemos llegado", y se acabó el humor.
Dicho de otra manera, en qué partes de tu charla debes usarlo y en cuáles no, y por qué deberías hacer esto para no parecer frívolo.
Si no atiendes a este detalle, puedes echar a perder toda tu charla en segundos.
√ Porqué crearte enemigos te puede ayudar mucho en tu forma de comunicar. Cómo usar esta arma de "construcción masiva" a tu favor.
Vamos terminando, precio y detalles del curso.
¿Cuánto vale el Análisis de la charlas?
95 euros (impuestos incluidos, precio final).
¿En qué formato se entrega?
En PDF. Son 5, 1 por charla. En cada uno verás el análisis detallado y el link al vídeo con la transcripción al español.

Análisis de las 5 Charlas TED más vistas
95€ (impuestos incluidos)
Pago seguro con tarjeta bancaria o Paypal
Quizá te estés preguntando estas cosas
¿Es caro? ¿Es barato?
La respuesta siempre es depende. Si me lo preguntas a mí, el análisis de las 5 charlas debería costar al menos el doble. Al menos. Pero esa es mi opinión, que no tiene por qué coincidir con la tuya.
¿Es complicado para mí que no tengo ni idea de oratoria?
No lo es. El análisis que hago está orientado para cualquier persona que quiera mejorar su forma de comunicar. No necesitas ninguna experiencia previa.
Todos los conceptos que explicó son sencillos de entender y fáciles de aplicar.
Se trata de ideas casi todas muy simples que las tienes al alcance de tu mano pero, si nadie te las ha explicado bien, es posible que te pasen desapercibidas.
Las ideas sencillas son las más poderosas para inspirar y enseñar a los demás.
¿Entonces, si es tan sencillo,
porque la gente habla tan mal en público?
Pues porque -además de desconocer estas técnicas tan simples que te acabo de mencionar- no aplican los conocimientos correctamente. No ensayan ni saben cómo ensayar. Y no tienen a nadie al lado que les corrija cuando se equivocan.
Otro “secreto” sobre la sencillez de la oratoria: a más práctica, mayor éxito. Así de sencillo. No hay más.
Al final, la oratoria es como cualquier disciplina.
Imagínate que tienes que aprender a bailar salsa, por ejemplo (si como a mí no te gusta, piensa en otro baile). El profesor te enseña cómo agarrar a tu pareja, cuándo soltarla, los pasos, cuándo girar, cómo sincronizarte con la música, etc. Te lo enseña con ejemplos. Y luego vas tú y practicas.
Ensayas una y otra vez. Al principio serás un poco torpe, lógico, pero cuando lleves un mes… ¿habrá diferencia? Claro que sí. Y cuando lleves 3 meses ni te cuento.
¿Es difícil aprender a bailar salsa? Depende del interés que le pongas pero es algo que puede hacer cualquiera. Cualquiera.
Pues con la oratoria, igual.
¿Incluye algún tipo de ayuda?
Sí, incluye ayuda personalizada vía email. Contesto yo, no el becario, que no tengo.
Evidentemente, respondo sobre el Análisis de las charlas TED, no sobre otras cosas.
¿Tienes dudas sobre el análisis? Pregúntame y te respondo, así de fácil. En días laborables suelo responder el mismo día o al día siguiente.
* No tengo ni grupos de Whatsapp, ni Facebook ni cosas donde haya mucha gente gritando. El soporte es 1 a 1 y durante todo el tiempo que tardes en completar la formación. Todo es todo, semanas, meses, muchos meses... lo que tardes, no importa.
¿Qué perfil de personas le sacarán mejor partido a la formación?
La respuesta es simple: aquellas que quieran mejorar su forma de comunicar en público. No hay más.
Hay quien lo necesita para su trabajo: profesores, abogados, empresarios, responsables de ventas, políticos, líderes religiosos, líderes de asociaciones, estudiantes, etc.
Pero también hay quien lo hace como reto personal, porque siempre han querido mejorar su forma de comunicarse con otras personas, aunque sea en grupos más reducidos.
Todo el mundo, sin excepción, necesita
mejorar
su forma de comunicar...
... y el objetivo de este curso es que puedas comunicar aquello que tienes en la cabeza de una manera que se entienda y que gustes a tu público.
Lo bueno que tiene la oratoria es que -al igual que andar en bicicleta- los conceptos sólo los tienes que aprender una vez en la vida, y ya te sirven para el resto de tus días. Y, como al andar en bici, con la práctica vas mejorando y siempre avanzas, nunca se da un paso atrás.
Para quiénes NO lo recomiendo
Esta formación en oratoria NO está pensada para aquellos que tienen que lanzar un discurso puntual. No te lo recomiendo porque no merece la pena dedicarle esfuerzo y tiempo a algo que apenas vas a usar una vez. No tiene mucho sentido.
Tampoco para personas que están a mil millones de cosas a la vez o que compran cursos por rellenar su currículum. Estoy interesado en ayudar a personas que quieran aprender de verdad oratoria, y que tengan su foco en ello.
Finalmente -y esto es muy importante para mí- no deseo bajo ningún concepto tener bajo mi asesoramiento a personas que pretenden engañar, manipular o confundir gracias al aprendizaje que van a adquirir en mi formación. No trabajo con ese tipo de gente porque no quiero contribuir a malos usos de la oratoria que puedan perjudicar a terceros, no me siento cómodo. Ya bastante polarizado y enfrentado está el planeta.
¿Hay garantía de devolución?
Sí. Si mi formación no te convence, tienes 14 días de plazo a contar desde la compra para solicitar la devolución de tu dinero. Pasado este tiempo no se devuelve.
¿Qué formas de pago tengo?
Tarjeta de crédito / débito o Paypal.
Dependiendo del país también hay otras opciones, pero como sería muy largo describirlas, mejor que pinches en el botón de compra y veas las que tienes disponibles.
¿Hay garantía de que me convertiré en un gran orador?
Pues no. Eso no lo puede garantizar nadie y, te digo una cosa, depende sobre todo de ti. Si te apuntas a salsa y no le pones ganas, por mucho que el profesor se esmere, nunca serás un gran bailarín.
Pero si le pones interés y le dedicas tiempo, con la ayuda de tu profesor es seguro que destacarás en la pista de baile.
Pues con la oratoria, lo mismo.
Y recuerda esto:
Eres lo que comunicas
Si comunicas mal, vives mal. Si comunicas bien, te irá bien.
Estoy convencido/a, ¿cómo compro el curso?
Es sencillo, pulsa el botón rojo de abajo y, tras el pago, accederás de forma instantánea a la plataforma con todo el contenido.
Análisis de las 5 Charlas TED más vistas
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