Ayer me enteré de que Joe Biden, candidato demócrata a la Casa Blanca y, a día de hoy, favorito en el ajustado escrutinio de votos, es tartamudo.
Así que enseguida me puse a leer sobre su biografía.
Al parecer, en el colegio de monjas al que iba de pequeño, una de ellas le dijo que con su tartamudez nunca llegaría a ser nadie.
¡Vaya ojo el de la monja!
Pero la monja no contaba con que la madre de Biden, se plantaría en la escuela del pequeño Joe. Así que allí fue y le soltó un buen "rapapolvo" a la maestra.
Normal, las monjas no son madres y desconocen el poder de éstas.
Luego fue donde su hijo y le dijo: "Joe, tú verás, o dejas que esto te hunda y acabe contigo, o te pones las pilas y haces que este problema no sea una barrera en tu vida".
¿Y qué hizo Biden?
Pues hacerle caso a su madre, que es lo que tiene que hacer un hijo a esa edad. Y a base de esfuerzo, mejoró mucho su forma de hablar. La tartamudez no desapareció pero fue a menos, mucho menos.
Y eso mejoró su carrera profesional.
Vaya si lo hizo.
Para Biden, gane o no la presidencia de los Estados Unidos, el hecho de haber sido vicepresidente con Obama y haber disputado la presidencia de Estados Unidos, es todo un logro.
A veces nos ponemos muros imaginarios alrededor nuestro para no tomar el camino que más nos va a beneficiar.
Quizá no padezcas el problema de la tartamudez, pero es posible que sí el del miedo escénico.
Aquí ocurre lo mismo.
Tratamos de postergar nuestra decisión de hablar en público porque no estamos aún preparados, porque necesitamos superar ese miedo que nos paraliza.
Error.
De esa forma, nunca hablarás en público, porque nunca estarás preparado.
Precisamente una de las claves del miedo escénico (hay 3 principales), es enfrentarse a él interviniendo en público.
Piénsalo.
De todo esto y de más cosas muy útiles, hablo en mi formación en oratoria.
Curso de oratoria para perder el miedo escénico y varias técnicas para hablar bien en público.
Viene con una ayuda ilimitada por mi parte (me podrás preguntar todo lo que quieras, todo).
Esaú Martín.