Cómo captar la atención del público

Es muy común ver al público aburrido mirando sus móviles mientras el orador trata, sin conseguirlo, de captar su atención.
¿Culpa del público o del orador? La respuesta es obvia: del orador.
Y la causa está clara: un discurso mal enfocado.
¿Porqué enfocamos mal los discursos? Por varias razones:
- Por desconocimiento. Ignoramos en profundidad el tema del que estamos hablando y al público al que nos dirigimos.
- Por confianza. Pensamos que nadie más que nosotros conoce del tema del que vamos a hablar y de lo que interesa o no a nuestro público.
- Por soberbia. Nos creemos por encima de nuestros oyentes. Estamos convencidos de que estamos en posesión de la verdad y que sabemos lo que les viene mejor a nuestros oyentes.
Entonces...
¿Cómo solucionamos la falta de enfoque en un discurso? Investigando antes de empezar a diseñar nuestro discurso.
Tienes muchas formas de hacerlo:
- Internet: busca en Google artículos, noticias relacionadas con el tema del que vas a hablar y, sobre todo, del público que acude a esos encuentros.
- Redes sociales: usa los grupos de Facebook y, sobre todo, Linkedin para encontrar a personas con los mismos intereses.
- Foros: es un magnífico lugar para conocer a gente interesado en una temática y poder preguntarles.
- Asociaciones: ponte en contacto con ellas y pregúntales.
- Tus oyentes: lo más directo y efectivo es sin duda preguntando directamente a tus futuros oyentes. Si tienes la posibilidad de hacerlo, no seas tímido, lánzate a enviarles una encuesta vía email y te sorprenderás de los resultados.
Como ya he mencionado, la falta de atención de nuestros oyentes es, en ocasiones, fruto de nuestro exceso de soberbia. Pensamos que lo que vamos a decir va a encantar a todo el mundo. Nos creemos personas muy interesantes pero, a menudo, no lo somos.
No peques de soberbia y escucha y pregunta a tu público antes de enfocar tu discurso. Te sorprenderán los resultados...