Las personas que hablan en público con seguridad y consiguen que su audiencia se quede pegada al asiento
¿Cómo lo hacen?
Si quieres saber porqué algunas personas se suben a un escenario y hacen una presentación o una charla de éxito, con la aparente misma tranquilidad con la que hablarían con su pareja mientras dan un paseo por el parque, en esta página te voy a enseñar cómo.
Bien, lo primero que quiero que sepas es que no saldrás de esta formación siendo el Barack Obama de la Oratoria. La razón es simple: se necesita práctica y por tanto tiempo. No es posible recorrer un camino tan largo en tan poco tiempo.
Yo te voy a dar varias y valiosas herramientas para que hables con seguridad, experimentes y llegues a disfrutar haciéndolo (estos conocimientos sí que los dominarás), pero el camino para reforzar todos estos logros y conseguir que tu audiencia te quiera, continúa después de mi formación. De hecho, nunca acaba, porque cuanto más practiques más camino avanzarás.
Esto no es bueno ni malo, simplemente es así.
Si tus expectativas eran esas y esto es un problema para ti, lo mejor es que dejes de leer aquí mismo. Pero si te interesa aprender oratoria de verdad y tienes los pies en el suelo… déjame decirte algo:
¿Sabías que no es por el miedo escénico por lo que la mayoría de los oradores fracasan?
No, no lo es. Y te voy a decir porqué, pero no esperes una respuesta mágica o algo así, porque no la hay (la respuesta sí que existe y es más sencilla de lo que crees).
Pero antes de responderte, déjame contarte un par de cosas.
La primera es que tengo una formación en oratoria donde enseño a hablar con seguridad en público diseñando discursos para que conectes con tu público y les resultes interesante, tú y lo que tú dices (dejando atrás los típicos discursos aburridos y también aquellos que te hacen parecer exagerado o ridículo. Hablo de oratoria de verdad, sencilla pero muy potente, práctica y explicada con ejemplos reales).
Todo lo que sé lo aprendí en mis 21 años de paso por la política y de la formación que adquirí de mano de algunos profesionales de la oratoria en España y Latinoamérica (estos últimos son bastante mejores que los españoles, de eso no hay duda).
Si te paras a pensar, la comunicación política no es tan distinta de la que discurre fuera de ella. Los conceptos -aunque con algunos matices- son muy similares.
Y algo más.
La oratoria es una disciplina bastante sencilla.
¿Sí? Claro que sí.
Hacer una tortilla de patatas también lo es: patatas, huevos, cebolla (sí, con cebolla, siempre), aceite y sal... sólo eso, ¿qué puedes salir mal? Pues no lo sé, pero el caso es que cada persona hace una tortilla completamente diferente y hay algunas que están riquísimas y otras que no se las comería ni un muerto de hambre.
Pues con la oratoria pasa lo mismo.
Hay oradores muy buenos (pocos) y la mayoría andan entre la mediocridad y lo pésimo, pero eso no quiere decir que hablar bien en público sea complicado.
Lo único que quiere decir es que la gente no sabe cómo hacerlo correctamente. Eso es todo. Porque las técnicas son sencillas, no necesitas ninguna experiencia ni formación previa. Y las puede aplicar cualquiera, hasta el jefe del call center de Vodafone. Imagínate.
Bien, ¿En qué consiste entonces mi formación? Ten un poco de paciencia, más adelante lo explico con detalle.
La segunda cosa que quiero contarte es que el otro día, navegando por internet, me topé con la historia de un chico pakistaní llamado Danish Dhamani.
Su experiencia con la oratoria me resultó reveladora, porque podría ser mi historia o quizá la tuya, quién sabe.
Cursando primaria, su profesora le pidió que se presentara y el chico se sintió aterrado.
“30 pares de ojos mirándome”,
“Mi mente se puso en blanco”
“Mi corazón comenzó a acelerarse”
…
“Empecé a escuchar risitas en el aula”
“Y luego las lágrimas corrieron por mi mejilla”
Lógico… el miedo escénico hizo aparición por primera vez en la mente de Danish.
A medida que creció, el chico superó los típicos miedos de los niños (ya sabes, a las cucarachas, a los fantasmas, etc.) pero… el miedo a hablar en público:
“Se quedó conmigo, como si fuera parte de mi alma”
Y es que el miedo a hablar frente a otros es como un virus: si no lo tratamos con una vacuna se va haciendo cada vez más grande, como una bola de nieve pendiente abajo, y se hace fuerte para atacarnos de nuevo. Es decir, vuelve una y otra vez, y ese nudo en el estómago es una sensación muy desagradable.
Así que, aunque estaba siendo derrotado por el miedo escénico, era sólo la primera batalla de la guerra.
El chico, lejos de abandonar, no se rindió, e hizo lo que todos hacemos cuando tenemos un problema: ir a Google en busca de ayuda.
Y allí encontró 2 enlaces: uno de soluciones y otro de beneficios.
El primer enlace (soluciones) le mostró todas las diferentes formas que podía probar para superar este miedo:
- contratar a un entrenador de oratoria
- hacer cursos por internet
- asistir a clubs de oratoria
- etc…
Probó con los cursos por internet y aprendió por ejemplo a variar el tono de voz -hablando rápido para transmitir emociones con sus palabras, o reduciendo la velocidad para llamar la atención-.
También se apuntó a un club de oratoria para poder practicar y recibir comentarios sobre lo que hizo bien y lo que debía mejorar.
Fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que se había equivocado durante todo este tiempo. Porque siempre había creído que para ser un gran orador había que nacer con un don. Pero no, finalmente se dio cuenta de que:
Hablar en público es una habilidad que se aprende.
Eso significa que cualquiera que quiera hablar de forma persuasiva en público puede hacerlo. Como cualquier presentador de esos que salen en la TV (e incluso mejor, te lo aseguro).
Todos podemos.
To-dos. Sí, tú también puedes.
El segundo enlace de Google hablaba de beneficios, de las grandes cosas que podría conseguir si finalmente consiguiera superar este miedo que tanto le paralizaba.
Y es cierto, la oratoria te abre muchas puertas, muchas oportunidades de socializar y de crecer profesionalmente.
Y aumenta tu confianza,
y por tanto tu autoestima,
y te acabas ganando el respeto de la gente.
Y eso en algunas personas es algo muy importante, porque es el paso más decisivo para alcanzar el reconocimiento que todos buscamos (sea social, laboral, profesional, como líder, lo que cada uno se fije como meta). Y esa sensación de seguridad y plenitud es muy placentera. Mucho.
Y te digo más, la oratoria te hará destacar sobre tus competidores. Ya sabes, aquellos que han estudiado lo mismo que tú, que trabajan en un puesto similar, que tienen parecidas aspiraciones a las tuyas...
Mira, hay gente a la que le gusta competir y otras no, pero lo cierto es que -queriendo o sin querer- casi siempre estamos compitiendo (sea por un puesto de trabajo, un ascenso, en unas elecciones, en una venta…).
Siempre hay alternativas a ti o al producto o servicio que vendas. Cuando hay un “hueco” que ocupar y varios candidatos, debes diferenciarte y destacar (para bien, se entiende). Está claro: si tú no te diferencias, otro lo hará y te quedarás fuera.
Y -a igualdad de condiciones- el que mejor comunica acaba ganando.
Y ganar... a todos nos encanta.
Pues bien, nuestro amigo Danish termina su charla con algo que me parece muy importante:
— "Sal y enfrenta tus miedos, no los entierres en el fondo. Si tienes un problema, busca una solución".
— "Para mí, todo comenzó cuando era pequeño. Esa primera vez sentí el miedo a hablar en público. Eso es lo que me dio poder para actuar. Eso es lo que me permitió emprender este viaje para convertirme en un mejor orador".
Y eso es clave, pero CLAVE con mayúsculas. El joven aprovechó el miedo que tenía en ese momento como palanca para tomar acción y decidió formarse como orador. Conozco poca gente con esa determinación pero los que la tienen siempre alcanzan el éxito.
Y hay otra cosa que dice y que me llamó mucho la atención de su conferencia, y que he comprobado que es una verdad como un piano de grande:
— "Este viaje nunca termina. Nunca verás la línea de meta. De hecho, no hay línea de meta al hablar en público. Siempre puedes mejorar."
— "Recuerda eso. Siempre puedes convertirte en un mejor orador. Sólo te detienes si te dices a ti mismo que eres lo suficientemente bueno".
Y Danish, con la mentalidad adecuada, los conocimientos, y con buenas dosis de dedicación y esfuerzo, consiguió todo lo que se propuso. Y aún sigue mejorando.
Ah!, recuerda que al principio de esta página te decía:
No es el miedo escénico la razón principal
por la que los oradores fracasan.
El miedo escénico es algo que se entrena y supera -ojo, no digo que se elimine por completo, porque tener un poco es necesario- digo que se supera con entrenamiento.
Por el contrario, la razón principal por la que los oradores fracasan es porque:
Antes de diseñar su discurso no estudian a su audiencia y, por tanto, no se dirigen a ella.
¿Ves cómo te dije que no encontrarías ninguna respuesta mágica? Porque no la hay, es así de simple. Así de sim-ple.
Hace algún tiempo -no recuerdo dónde- leí algo que explica muy bien el porqué de esto. Alguien formulaba la siguiente pregunta:
Si tuvieras que montar un negocio de hamburguesas, ¿cuál sería el factor más importante para conseguir ventas?
Respuestas varias: situarlo en una zona céntrica donde pasen jóvenes, poner precios asequibles, contratar a un chef especialista en hamburguesas, poner un gran letrero en la entrada...
Todo eso está muy bien, ayuda, pero no es determinante. Lo más importante para un negocio de hamburguesas es que… haya personas hambrientas.
Puedes tener la mejor hamburguesa del país al mejor precio, en el sitio más céntrico de la ciudad pero sin clientes hambrientos no hay ventas. Cero.
Puedes darle todas las vueltas que quieras y ponerte como te pongas, pero es así.
Pues con la oratoria es lo mismo, tienes que pensar en tu audiencia y hablar de lo que les interesa, no de lo que te interesa a ti.
Porque hablar de lo que te interesa a ti es como vender la hamburguesa que más te gusta a ti, que no tiene porqué ser la preferida de tus clientes.
Creo que se entiende.
Pues de esto, de cómo enfocar el discurso hacia tu público (y de otras muchas cosas más) hablo en el capítulo donde explico cómo hizo un señor llamado Carlos Moreno para enfocar su discurso con la misma precisión que un cirujano opera a corazón abierto. Es una manera muy práctica de aprender a enfocar nuestro mensaje.
* El enfoque es donde fallan la gran mayoría de los oradores, así que atención a esta parte.
¿Qué más encontrarás dentro de este curso?
Cambia el chip.
Sin mentalidad no hay forma de empezar nada, por eso comienzo con esta frase: la mentalidad es el cimiento más sólido de un buen orador.
Aprenderás:
√ La razón por la que mucha gente piensa -erróneamente- que hablar en público es algo destinado a unos pocos que han nacido con algún tipo de don y cómo esta creencia te está impidiendo avanzar y escalar posiciones en tu desarrollo personal y profesional.
√ Porqué aprender a hablar bien en público es como andar en bicicleta: cuesta un poco al principio (te caerás y te harás algunos arañazos) pero en un corto periodo de tiempo encontrarás tu equilibrio y disfrutarás hablando en lo alto del escenario (como un niño que dejó atrás los ruedines y puede desplazarse -sin ayuda- de la misma forma que lo haría un adulto).
√ La razón por la que cada día que dejas pasar sin aprender oratoria, es un día más perdido, que otros que sí toman acción están aprovechando para sacar ventaja sobre ti.
Pero para que tu charla funcione y tu audiencia quiera volver a escucharte hablar la próxima vez, has de entregarles... un gran contenido de valor.
√ Cómo buscar los temas que interesan a tu audiencia y dirigir tu charla hacia ellos. Discurso mal enfocado = fracaso absoluto, discurso bien enfocado = comienzo del camino hacia el éxito. Sí, comienzo, porque hay más cosas.
√ Cómo abrir tu intervención de manera que captes las atención de tu público y les impactes de tal forma que se quieran quedar escuchándote hasta el final, tal y como hizo en su charla un pasajero del avión que cayó al río Hudson en 2009, dejando atónitos y pegados a su asiento a sus oyentes, evitando que desconectaran y acudieran a Whatsapp en busca de algo mejor que hacer.
Te lo explico en detalle y de forma tan simple que hasta un niño podría usarlo para hablar con sus amigos.
√ La forma más sencilla y eficaz de contar historias, para que tu charla se entienda perfectamente de principio a fin, mantenga el interés y la intensidad narrativa, y nadie desconecte a mitad de camino.
En concreto de cómo consiguió el fundador de Amazon -Jeff Bezzos- que su discurso atrapara a su audiencia de la misma forma que Netflix hace contigo y tus series favoritas.
Verás las técnicas que usó y lo fácil que es incorporarlas a tus intervenciones públicas.
Porque las historias son el alma de los discursos, grábate a fuego esto.
√ Porqué hay contenidos que aburren, otros que entretienen, cómo detectar los segundos y cómo contar las cosas de forma que impactes y resultes interesante a tus oyentes.
√ La razón por la que es tan importante que tus mensajes lleven un cierto contenido emocional, cómo afecta eso al cerebro de tus oyentes y las 5 sencillas técnicas que aplicó Oprah Winfrey para impactar y emocionar a todo un auditorio de actores y actrices de Hollywood usando tan sólo como arma sus palabras.
5 técnicas explicadas de forma simple para que puedes utilizarlas en tus textos. Esto lo explico en el paso 3.
√ Cómo cerrar tu charla -siguiendo los magistrales pasos de una periodista venezolana en una charla TED- para que tu público se vaya con un gran sabor de boca y -sobre todo- para que tu mensaje ocupe un lugar privilegiado en su cerebro y sea recordado por mucho tiempo.
Es fundamental cerrar por todo lo alto, y el ejemplo de esta profesional roza la perfección, te lo explico en el paso 5 del cuarto paso. La verdad es que esta chica es muy buena comunicando.
√ Cómo hizo Steve Jobs para persuadir a un grupo de estudiantes y empujarles a cumplir sus sueños.
Te desgrano la estructura que empleó para conseguir que sea -aún hoy- una de las charlas más vistas e inspiradoras de todos los tiempos, y cómo puedes aplicarla tú fácilmente.
√ Las 3 preguntas que tienes que responder -de forma sincera, sin engañarte a ti mismo- para saber si tu mensaje está en el grupo de aquellos que impactan en el público (sistema ideado después de analizar más de 100 intervenciones públicas que destacaron muy por encima de la media) o -si por el contrario- va a formar parte del grupo de esos que nadie volverá a recordar jamás.
√ 8 formas probadas para tu discurso pase de ser considerado un texto sin pena ni gloria, a que tus oyentes se interesen por lo que dices y acaben con ganas de querer escucharte más.
He visto demasiados textos bien escritos que se echan a perder por la puesta en escena, y eso no querrás que te pase a ti.
Por eso es importante conocer:
√ Porqué leer tu discurso no sirve absolutamente de nada y lo único que consigues es echar a perder tu potencial y tu tiempo (y el de tu público). Y si decides aprendértelo de memoria hará que igualmente naufragues en el mar del fracaso con la misma rapidez que lo hizo el Titanic.
√ Cómo diseñar un buen guión, de tal forma que no te pierdas al hablar, evitando al mismo tiempo que tu intervención descanse demasiado en él y acabes pareciendo un robot de los años 80. Aquí vamos a buscar el equilibrio, paso 8.
√ Una técnica alucinante -a mí al menos me lo parece- que me enseñó un mago para memorizar en apenas unos pocos minutos -y casi sin esfuerzo- tu discurso. La aprenderás una vez y te valdrá -como andar en bici- para toda la vida. Este paso te sorprenderá especialmente, ya lo verás.
√ Las 2 sencillas preguntas que -inexplicablemente- casi nadie se hace para saber durante cuánto tiempo puedes hablar sin aburrir a tu audiencia, y cómo hizo Abraham Lincoln para que un discurso de menos de 3 min pasase a la historia como uno de los mejores jamás pronunciados.
Analizo en detalle el discurso y te guío por los secretos que esconde -que no son tan secretos, o sí- para que puedas impactar mucho en poco tiempo. Es algo que se aplica en política pero que -incomprensiblemente- nadie lo hace fuera de ella. ¡Y funciona realmente bien!
√ Cuáles son las técnicas que deberás utilizar para ensayar tu intervención pública de tal forma que se asemeje lo más posible a un situación real y llegues bien preparado(a) al día D.
* Objetivo: que lo que hayas preparado sea lo más parecido posible a lo que suceda el día de tu puesta en escena, y que lo que digas sea recordado por tu audiencia incluso días después.
√ El secreto peor guardado (porque está a la vista de todos) que usan los oradores TED para conseguir que sus charlas atraigan a miles -y hasta millones- de personas que buscan ser inspiradas.
√ Dos técnicas que casi nadie usa para atraer la atención del público y hacer resaltar tus mensajes por encima de los demás, y cómo la puedes aplicar tú siguiendo unos sencillos pasos.
* Te lo digo desde ya, se trata de las metáforas y de los titulares. Te enseño cómo usarlas bien para sacarles todo el jugo posible. Si lo haces como te digo, destacarás mucho.
√ Un par de sencillas técnicas para entonar correctamente y que tu voz suene firme y transmitas seguridad al hablar (evitando que sonar monótono y aburrido) tal y como hizo Antonio Banderas para convertir un discurso de recogida de un premio -a priori protocolario y aburrido- en una maravilla de la oratoria. Este discurso es escandalosamente bueno.
(Esto es algo que sé que preocupa, por eso le dedico un apartado en profundidad en el paso nº 6, a explicar como vocalizar, imprimirle ritmo, volumen, el tono correcto e incluso las pausas necesarias para darle fuerza y viveza a tu discurso. Para que tus discursos dejen de ser aburridos y suenen emocionantes).
√ Cómo usar el lenguaje corporal a tu favor -conociendo los gestos que te ayudan y los que te pueden perjudicar- de forma que potencies y amplifiques tu mensaje, reforzando tu puesta en escena, tal y como hizo el alcalde de Oklahoma de forma magnífica empleando su habilidad para comunicarse con las manos.
No todo es oro lo que reluce, también hizo una cosa mal. Todo lo explico todo en el paso 7.
√ Cómo a través de 8 técnicas y un pan, L. Fresco conectó con su público hasta el punto de tenerlos a todos tan enganchados como si de la final de la Super Bowl se tratara.
Si no conectas, es como si estuvieras hablando solo en medio del desierto, así que presta especial atención a este paso, porque es uno de los más importantes.
Te analizo paso a paso las técnicas que usó y cuáles y en qué situaciones puedes usarlas tú. Es una de las charlas más completas que he podido ver nunca. Esta mujer es increíblemente buena comunicando, y te voy a enseñar todo lo que hizo, paso a paso.
Vamos terminando, precio y detalles del curso.
¿Cuánto vale la Formación?
333 euros (impuestos incluidos, precio final).
¿En qué formato se entrega?
Una vez realizada la compra, tendrás acceso instantáneo a una plataforma con el contenido. Son 24 pasos con 24 vídeos.
No salgo yo en escena porque no soy de postureos. En su lugar voy al grano, te muestro en vídeo ejemplos, imágenes, frases, intervenciones públicas, etc. Todo te lo explico en vídeo. Te lo explico yo, hablando de fondo, claro.
Además, tienes 3 hojas de trabajo en PDF. ¡Alto! yo también odio recibir mil PDF para rellenar, pero sólo son 3 y con la mínima información posible. Una hoja en cada PDF, en total 3, pero 3 hojas que te ayudarán muchísimo.
Y varios ejemplos. Ejemplos sí que tiene, me gustan los ejemplos. En la mayoría de los casos será uno por lección. Así que tampoco serán docenas de ellos. Me gustan las cosas ligeras.
Y ya está. Es contenido que va muy al grano, sin adornos. Directo. Sencillo. Efectivo, muy efectivo.
Anticurso de Oratoria
333€ (impuestos incluidos)
Pago seguro con tarjeta bancaria o Paypal
Quizá te estés preguntando estas cosas
¿Cuánto dura la formación?
Se adapta a tu ritmo, la podrás realizar sin límite de tiempo.
Esto no es el colegio. Quizá tú sólo dispongas de 2-3h a la semana y otro de 5h al día. Cada persona tiene sus obligaciones y compromisos. ¿Cómo imponer a todos el mismo ritmo? No tendría sentido limitarlo en el tiempo.
Así que tendrás la formación disponible en la plataforma de forma indefinida, de “por vida”.
¿Es caro? ¿Es barato?
Pues depende. Sé que lo que vas a aprender vale el precio del curso y mucho más. Pero eso te lo tienes que creer tú, porque yo ya estoy convencido.
De todas formas, quedarte como estás es caro.
Si lo compras y no lo aprovechas, es carísimo.
Si lo compras y lo aprovechas, es muy probable que consigas tus metas (ganar un ascenso, vender más, relacionarte mejor y gustar, liderar a tu equipo, ganar unas elecciones...) y te sepa a gratis.
¿Es complicado para mí que no tengo ni idea de oratoria?
Realmente no lo es y no necesitas ninguna formación previa. Al contrario de lo que la gente piensa, la oratoria no es una disciplina difícil. Lo que yo llamo difícil sería correr los 100 metros por debajo de 10 segundos, sacarse la carrera de ingeniería o medicina, reponerse de un trauma personal de cualquier tipo, pensar de forma diferente a lo que lo hace la mayoría de la gente… cosas así.
Así que la oratoria -te lo aseguro- no es difícil.
Eso sí, has de saber que empezamos desde cero, e iremos avanzando poco a poco hasta alcanzar un nivel que yo calificaría de “medio-alto”.
No te convertirás de la noche a la mañana en el próximo Obama, pero sí alcanzarás un nivel más que suficiente (dependerá de ti, de cuánto te impliques) para que te puedas desenvolver con soltura a la hora de comunicar.
Los conceptos que te voy a explicar en esta formación para nada son difíciles. Es más, muchas veces pensarás “¡claro, si eso que dices tiene toda su lógica!”. Son ideas casi todas muy simples, que las tienes ahí al alcance de tu mano pero, si nadie te las ha explicado bien, es posible que pasen por delante de tus narices y ni te des cuenta.
Las ideas sencillas son las más poderosas para inspirar y enseñar a los demás.
¿Entonces, si es tan sencillo,
porque la gente habla tan mal en público?
Pues porque -además de desconocer estas técnicas tan simples que te acabo de mencionar- no aplican los conocimientos correctamente. No ensayan ni saben cómo ensayar. Y no tienen a nadie al lado que les corrija cuando se equivocan.
Otro “secreto” sobre la sencillez de la oratoria: a más práctica, mayor éxito. Así de sencillo. No hay más.
Al final, la oratoria es como cualquier disciplina.
Imagínate que tienes que aprender a bailar salsa, por ejemplo (si como a mí no te gusta, piensa en otro baile). El profesor te enseña cómo agarrar a tu pareja, cuándo soltarla, los pasos, cuándo girar, cómo sincronizarte con la música, etc. Te lo enseña con ejemplos. Y luego vas tú y practicas.
Ensayas una y otra vez. Al principio serás un poco torpe, lógico, pero cuando lleves un mes… ¿habrá diferencia? Claro que sí. Y cuando lleves 3 meses ni te cuento.
¿Es difícil aprender a bailar salsa? Depende del interés que le pongas pero es algo que puede hacer cualquiera. Cualquiera.
Pues con la oratoria, igual.
¿Incluye algún tipo de ayuda?
Sí, incluye ayuda personalizada.
¿Vía Grupo de Facebook, de Whatsapp, de Telegram, Foros, etc...? Noooo, yo ha he probado todas esas cosas como alumno y como profesor y no funcionan. Muchas gallinas en el mismo gallinero y muy poca interacción de calidad. Fuera grupos.
Vamos a hacerlo mejor, sin postureos. Mi asistencia será vía email y directamente conmigo durante todo el tiempo que tardes en completar la formación. Todo es todo, semanas, meses, muchos meses... lo que tardes, no importa.
Suelo contestar el mismo día o al día siguiente. Eso sí, los fines de semana son para descansar, yo también tengo vida social.
Te asistiré en el diseño y puesta en escena de los charlas o discursos que vayas a presentar. Eso no quiere decir que te los vaya a escribir, sino que te propondré mejoras y te daré consejos sobre aquello que vayas haciendo. Es decir, estaré a tu lado y te enseñaré a pedalear, pero el que tiene que darle a los pedales serás tú, eso quiero dejarlo claro.
Dedico una parte importante de mi tiempo cada día a ayudar a mis clientes, así que con tu implicación todo fluirá mejor.
Mi ayuda es uno de los aspectos más especiales que tiene esta formación. Hablar en público no es de esas cosas que puedes hacer por ti mismo viendo vídeos o haciendo ejercicios en solitario. Necesitas poner en práctica lo aprendido y que alguien al otro lado te corrija cuando te equivocas.
Mucha gente no valora este servicio de ayuda y sólo busca el precio. Lo respeto, pero yo trabajo de forma diferente.
¿Qué perfil de personas le sacarán mejor partido a la formación?
La respuesta es simple: aquellas que quieran mejorar su forma de comunicar en público. No hay más.
Hay quien lo necesita para su trabajo: profesores, abogados, empresarios, responsables de ventas, políticos, líderes religiosos, líderes de asociaciones, estudiantes, etc.
Pero también hay quien lo hace como reto personal, porque siempre han querido mejorar su forma de comunicarse con otras personas, aunque sea en grupos más reducidos.
Todo el mundo, sin excepción, necesita mejorar su forma de comunicar y el objetivo de este curso es que puedas comunicar aquello que tienes en la cabeza de una manera que se entienda y que gustes a tu público.
Lo bueno que tiene la oratoria es que -al igual que andar en bicicleta- los conceptos sólo los tienes que aprender una vez en la vida, y ya te sirven para el resto de tus días. Y, como al andar en bici, con la práctica vas mejorando y siempre avanzas, nunca se da un paso atrás.
Para quiénes NO lo recomiendo
Esta formación en oratoria NO está pensada para aquellos que tienen que lanzar un discurso puntual. No te lo recomiendo porque no merece la pena dedicarle esfuerzo y tiempo a algo que apenas vas a usar una vez. No tiene mucho sentido.
Tampoco para personas que están a mil millones de cosas a la vez o que compran cursos por rellenar su currículum. Estoy interesado en ayudar a personas que quieran aprender de verdad oratoria, y que tengan su foco en ello.
Finalmente no asesoro ni a vendehúmos ni a personas que pretenden engañar, manipular o confundir gracias al aprendizaje que van a adquirir en mi formación. Si veo que eres de esos, no te daré soporte. No voy a contribuir a ese circo.
¿Hay garantía de devolución?
Sí. Si mi formación no te convence, tienes 14 días de plazo a contar desde la compra para solicitar la devolución de tu dinero. Pasado este tiempo no se devuelve.
¿Qué formas de pago tengo?
Tarjeta de crédito / débito o Paypal.
Dependiendo del país también hay otras opciones, pero como sería muy largo describirlas, mejor que pinches en el botón de compra y veas las que tienes disponibles.
¿Hay garantía de que me convertiré en un gran orador?
Pues no. Eso no lo puede garantizar nadie y, te digo una cosa, depende sobre todo de ti. Si te apuntas a salsa y no le pones ganas, por mucho que el profesor se esmere, nunca serás un gran bailarín.
Pero si le pones interés y le dedicas tiempo, con la ayuda de tu profesor es seguro que destacarás en la pista de baile.
Pues con la oratoria, lo mismo.
Y recuerda esto:
Eres lo que comunicas.
Si comunicas mal, vives mal. Si comunicas bien, te irá bien.
Estoy convencido/a, ¿cómo compro el curso?
Es sencillo, pulsa el botón rojo de abajo y tras el pago accederás de forma instantánea a la plataforma con todo el contenido.
Anticurso de Oratoria
333€ (impuestos incluidos, precio final)
Pago seguro con tarjeta bancaria o Paypal