Lenguaje corporal: qué gestos benefician o perjudican a tu oratoria
En este artículo te hablaba de que las palabras -la comunicación verbal- representan sólo el 7% de todo lo que transmitimos. El resto -ese 93%- corresponde a la comunicación no verbal, es decir a la suma de la voz (el 38% que corresponde a la entonación, resonancia, intensidad, tono, ritmo, pausas…) más el lenguaje corporal (el 55% restante, que son los gestos, posturas, expresión facial, vestimenta…).
Hoy vamos a hablar del 55% correspondiente al lenguaje corporal.
Es muy común oír que el lenguaje corporal es lo más importante en el proceso comunicativo. Dicho así podríamos pensar que si logramos poner en práctica un lenguaje corporal bien armado, consecuente con lo que estamos diciendo, natural y atractivo, casi nos podemos olvidar del otro 45%. No es así.
Nuestro lenguaje corporal envía muchos mensajes al receptor, pero si:
- No tenemos algo interesante que decir, algo de valor para nuestro oyente.
- No lo transmitimos correctamente.
Habremos fracasado en el intento de que nuestro mensaje llegue al cerebro y al corazón de nuestro interlocutor. Es decir:
El lenguaje corporal por sí solo no sirve de nada.
1. Qué es el lenguaje corporal o comunicación no verbal
El lenguaje corporal -también conocido como comunicación no verbal- es la parte de la comunicación que realizamos con nuestro cuerpo, sin que intervenga nuestra voz.
Se produce a través de los gestos, muchos de ellos los hacemos sin darnos cuenta.
Hay estudios que afirman que el lenguaje corporal es el responsable de hasta el 55% de toda la información que transmitimos.
Esta afirmación es seguramente exagerada pero todos los expertos coinciden en que su importancia está fuera de toda discusión.
Y para que veas cómo los mensajes transmitidos a través de nuestro cuerpo te afectan en tu día a día, un ejemplo. Seguro que te ha pasado en varias ocasiones lo siguiente: te acaban de presentar a una persona de la que nunca has oido hablar y, ya nada más verla y durante el primer minuto, percibes que algo no va bien. Sin saber porqué te cae mal desde el inicio.
Pero... ¿cómo puede ser si la acabas de conocer? ¡Bingo! Se trata del lenguaje corporal. La persona que te acaban de presentar te está enviando, sin pretenderlo, un montón de información a través de sus gestos. Y tú...
- Has captado de forma rápida e involuntaria la comunicación no verbal de esa persona. ¿Porqué? Pues porque nuestro cerebro está programado para detectar los gestos incluso sin realizar esfuerzo alguno. Millones de años de evolución humana tienen la culpa.
- Tu cerebro ha procesado la información casi al instante y la ha comparado con tus experiencias y con tus valores. Y por supuesto ha obtenido un veredicto: esta persona me cae mal.
Evidentemente esta premisa también sirve para lo contrario, cuando te presentan a alguien y al momento piensas "estoy seguro de que este chico es muy buena persona".
2. Qué ocurre cuando nuestro lenguaje corporal contradice a lo que decimos
Si lo que expresan tus gestos y lo que dices al hablar indican mensajes contradictorios:
- Tienes un problema. Quién te escucha tendrá una sensación de incomprensión hacia ti. Su cerebro se colapsará por un segundo y pensará que algo va mal, porque no entiende cómo pueden darse mensajes contradictorios. Es probable que piense que estás mintiendo.
- Hay un ganador. En la batalla por descubrir quién es el auténtico y quién es el impostor, tu interlocutor -su cerebro- lo tendrá siempre muy claro: tu lenguaje corporal saldrá vencedor en todas las ocasiones. Tenlo en cuenta.
Si hay una contradicción entre el lenguaje verbal y corporal, nuestro cerebro hará caso del segundo.
3. Requisitos que debe cumplir tu lenguaje corporal para que sea eficaz
Esto va más de calidad, de realizar los gestos justos y necesarios en cada momento. Por eso, tu lenguaje corporal debe cumplir algunas condiciones:
- Ser compatibles y coherentes con el mensaje. Por ejemplo, si decimos algo gracioso o alegre deberíamos mostrar una cara sonriente ( y no seria).
- Acompañar al mensaje, complementarlo y reforzarlo. Tiene que potenciar el mensaje, amplificarlo y dotarlo de más poder comunicativo.
- Ser naturales, no bruscos ni exagerados. Es decir, deben pasar inadvertidos y cumplir con todo lo anterior pero sin que se note.
4. Cómo mejorar tu lenguaje corporal sin morir en el intento
¿Cómo consigo que mis gestos sean coherentes con mi mensaje, lo acompañen y refuercen, y además parezcan naturales?
Parece la cuadratura del círculo, ¿verdad? Pues tengo una noticia buena y otra mala:
- La mala. Siento decirte que no hay una píldora mágica que te puedas tomar y que, como en casi todo en la vida, hay que trabajar y dedicarle tiempo.
- La buena. Aquí no hay torpes y avanzados, cualquiera puede hacerlo, tú también. Siempre y cuando ensayes, claro.
Los gestos tienen que ser entrenados, de la misma forma que entrenan los deportistas.
Cristiano Ronaldo no ha llegado a donde está si no fuera por todo el tiempo que dedica a sus entrenamientos.
Los gestos los vamos aprendiendo a medida que crecemos, hasta que llegamos a una edad en la que dejamos de ser niños y perdemos la espontaneidad y la naturalidad. Pasamos a ocultar nuestras emociones y por tanto a controlar, reducir e incluso ocultar nuestro lenguaje corporal.
El significado de los gestos que se van a explicar no es 100% matemático. No podemos juzgar a una persona por un simple gesto. No hay que volverse loco, hay que juzgar los gestos y su significado dentro del contexto en que se producen. Un solo gesto no nos dará certeza absoluta sobre lo que nos quiere decir nuestro interlocutor. Sin embargo, un conjunto de ellos, sus palabras, su tono y el entorno en el que se dice, nos ofrecerá una información muy valiosa sobre lo que está pasando.
Veamos el significado de los gestos.
5. El significado de tu lenguaje corporal y tus gestos
Ahora vamos a ver qué significan los gestos que haces de forma consciente o inconsciente cuando hablas.
5.1 Qué significan los gestos de tu cara
Cejas
Arquear las cejas hacia arriba indica sorpresa o incluso escándalo si el gesto es muy marcado.
Bajar las cejas juntándolas -fruncir el ceño- muestra nerviosismo, alteración, disconformidad, negación…
Morderse los labios
Muestra enfado controlado, resentimiento interno, incomodidad.
Bostezo
Es un síntoma inequívoco de aburrimiento.
Sonrisa
Es una de las armas más poderosas de las que disponemos. A todos nos gusta ver a una persona sonriente y tendemos a imitarla. La sonrisa es contagiosa. Si gozas de una buena sonrisa, explótala porque gustarás y mucho. Como todo, no abuses de este recurso o parecerás ridículo.
La sonrisa verdadera es aquella en la que nuestros ojos dibujan arrugas en su contorno, así que mucho cuidado con fingir una sonrisa, porque te acabarán pillando.
Mirada
Dicen que a quien no miras no escucha. Trata de mirar a tus oyentes a los ojos (sin llegar a clavarles la mirada durante más de un par de segundos, o les intimidarás).
Ah, y si tu interlocutor está aburrido, mirará para los lados.
Como curiosidad: está comprobado que las pupilas dilatadas son más atractivas y denotan positividad (al contrario que las que aparecen contraídas), por eso verás a los modelos de las fotos de los anuncios con las pupilas bastante grandes.
Cabeza
- Levantar la cabeza. Significa superioridad, poder, o agresividad y autoritarismo si se levanta en exceso.
- Bajar la cabeza. Significa lo contrario: sumisión, vergüenza, inferioridad.
Lo ideal es mantener una posición equilibrada o, como mucho, ligeramente levantada, si queremos mostrar una posición de liderazgo.
Apoyar la cara sobre las manos
Es un síntoma de análisis, de reflexión, pero también puede ser síntoma de cansancio.
5.2 Qué significan los movimientos de tus brazos
Los brazos es la parte del cuerpo que más nos incomoda. Cuando estamos de pie generalmente nos estorban, no sabemos qué hacer con ellos.
Brazos cruzados
Ver a una persona cruzada de brazos indica que se está cerrando a lo que le estamos diciendo, incluso que le provoca cierto rechazo. Bien es verdad que los brazos a veces los cruzamos por comodidad, por tanto es un gesto que se debe evaluar -como todos- en su contexto y no de forma aislada.
Brazos en la espalda
Es una posición muy cómoda para quien no sabe dónde debe colocarlos. Lo que vamos a transmitir es que tenemos algo que esconder, así que es una muy mala idea adoptar esta posición.
Escogerse de hombros
Adoptamos esta posición cuando no sabemos una respuesta o estamos ante una situación de incertidumbre.
La hoja de parra
Si colocamos los brazos delante nuestro y unimos nuestras manos a la altura de la pelvis, mostrando la cara exterior de éstas -al estilo de los futbolistas cuando se colocan en barrera tras una falta- habremos dibujado con nuestros brazos una especie de hoja de parra. Error. Es una postura cerrada en la que parece que estamos ocultando algo.
Protocolo para la foto
Cuando estamos posando para una foto deberemos dejar caer los brazos colocándolos cómodamente y en paralelo a nuestro cuerpo, en su posición natural. Es la pose más sencilla y la más adecuada, aunque mucha gente se empeña en colocarlos detrás del cuerpo o dibujar la hoja de parra.
Posición de escucha
No es sencillo saber dónde colocar los brazos cuando estamos frente a una persona y estamos escuchándola hablar. Aquí es donde más notamos que nos sobran los brazos.
Ni meter las manos en los bolsillos, ni colocar los brazos en la espalda, ni cruzarnos de brazos, ni siquiera los brazos en la cadera es una posición correcta.
Una buena opción -si nos sentimos cómodos- es colocar nuestros brazos a media altura, por encima de la pelvis, entrelazando ligeramente las puntas de los dedos pero sin ocultar las palmas de las manos. Practica esta postura.
Recuerda esto: los brazos siempre tienen que estar a la vista. Esto es muy importante.
5.3 Qué significa el lenguaje corporal de tus manos
Las manos es una de las partes de nuestro cuerpo que más y mejor comunica. Las estamos continuamente moviendo, sobre todo al hablar. Además, es la vanguardia de nuestro cuerpo, la parte que más se acerca a nuestro interlocutor. Es muy importante saber utilizarlas bien.
Manos a la cara
Cuando nos tocamos la cara al hablar suele significar cierto nerviosismo, incluso podríamos estar mintiendo. Evidentemente también puede tratar de una necesidad física, como rascarse.
Manos a la boca
Puede significar que se está mintiendo. De alguna manera nosotros mismos con el gesto de taparnos la boca estamos negando lo que decimos.
Manos a la oreja
Lo más probable es que con este gesto tu interlocutor te esté diciendo inconscientemente que no le gusta lo que le estás diciendo.
Manos en los bolsillos
Cuando escondemos las manos en nuestros bolsillos, es porque no sabemos dónde colocarlas. Lo que vamos a transmitir es que estamos ocultando algo. Un famoso que cometía este error fue Julio Iglesias cuando cantaba. Sus asesores no tuvieron más remedio que coserle los bolsillos de sus trajes.
Apuntar con el dedo
Cuando apuntamos de forma directa, hacia delante, y estamos señalando a alguien, se considera un gesto desafiante y de mala educación. Intenta evitarlo siempre.
Rascarse el cuello, nariz, oreja, ojos, pelo o cara
Quien proceda con este gesto es probable que esté mintiendo.
Enseña tus manos
Deberemos evitar a toda costa que las mangas de nuestra camisa o abrigo las tapen, o estaremos dando la sensación de que estamos ocultando algo.
En la posición de posado para una foto -es decir dejando caer de forma natural nuestros brazos- las mangas de nuestro traje o vestido deberán dejar al descubierto 1 ó 2 centímetros de nuestra muñeca.
También -si el protocolo lo permite- podemos llevar las mangas ligeramente remangadas. Transmitiremos la sensación de frescura y de ser una persona transparente, honesta, sin nada que ocultar.
Muestra tus palmas
Además de mostrar las manos, nuestras palmas siempre deben estar bien visibles, por la misma razón que tenemos que mostrar las manos, para transmitir transparencia. Hazlo de forma natural.
Si en lugar de mostrar las palmas mostramos la cara externa de nuestras manos, el interlocutor percibirá que no somos de fiar.
5.4 Que quiere decir el lenguaje no verbal de tus piernas
Sentado con las piernas cruzadas
Esta posición, al igual que cuando cruzamos los brazos, denota que nos estamos cerrando.
Lo correcto es, estando sentado, colocar las piernas sin cruzar y formando un ángulo de 90º. Hay una excepción: las mujeres deben cruzarse de piernas cuando visten falda corta.
Hacia dónde apuntan las piernas
Es muy común estar hablando de pie en un grupo reducido de personas en forma de círculo. Mientras uno habla, los demás escuchan.
Si tienes la ocasión, fíjate hacia dónde apuntan los pies porque no suelen engañar.
Aunque todos aparenten estar escuchando, es probable que sus pies estén apuntando hacia otro lado. Su mente o su centro de atención está en la dirección donde indican sus pies.
5.5 Qué comunica la posición de tu cuerpo
Sentado echado hacia atrás
Esta posición denota desinterés, apatía, falta de conexión con la persona o el hecho que tenemos delante de nosotros.
Sentado echado hacia delante
Una persona que inclina su cuerpo hacia delante indica un gran interés en lo que está pasando enfrente suyo.
Colocarse tras alguien o algo
Cuando el orador coloca a otra persona o un objeto (una mesa por ejemplo) entre el oyente y él mismo, está levantando un muro que le impide conectar con su oyente y comunicarse correctamente.
Estos obstáculos hay que evitarlos a toda costa.
6. Las distancias zonales. Respeta los espacios
La distancia zonal es el espacio que aceptamos que haya entre otras personas y nosotros. Dependerá de qué confianza tenemos con esa persona y en qué situación estemos. A mayor confianza menos distancia zonal. Si nos encontramos en espacios más abiertos, lo normal es que las distancias zonales sean más amplias. También depende de las culturas. Generalmente en la cultura latina se aceptan distancias más cortas.
La invasión por otra persona de la distancia zonal aceptada por nosotros, nos hace sentir incómodos, incluso en ocasiones violentos.
Tipos de distancias zonales:
6.1 Íntima
No más de 50 cm. Es tu zona más personal y sólo te sentirás cómodo con personas que realmente conoces: tu pareja, hijos, familiares, amigos cercanos…
6.2 Privada
50-120 cm. La que nos separa en reuniones sociales, de trabajo. Conoces a la gente pero no llegan a ser personas de tu círculo íntimo.
6.3 Social
120-300cm. La distancia con la gente que interactuamos por alguna circunstancia pero ni siquiera la hemos visto nunca o casi nunca. Por ejemplo, a la hora de comprar algo en una tienda.
6.4 Pública
Más de 3 metros. La que establecemos en espacios abiertos como la calle con gente que no conocemos de nada. Caminar más cerca de 3 metros de alguien genera en ocasiones la sensación de que te están siguiendo.
7. Los saludos
7.1 Abrazos
Las culturas latinas generalmente aceptan más el contacto físico, incluso entre personas que se acaban de conocer. Abrazarse entre gente procedente de esta cultura, es un hecho aceptable socialmente.
El problema viene cuando el abrazo es entre dos personas de culturas completamente diferentes. Aquí conviene adaptarse al estilo más conservador, es decir, ser prudente y evitar al máximo el contacto físico.
7.2 Apretón de manos
El apretón de manos debe ser firme y decidido. Eso no quiere decir que estrujemos la mano de la otra persona.
Hay que tener en cuenta que si es entre un hombre y una mujer, ésta suele tener las manos más pequeñas y menos fuerza que el hombre, por lo que la firmeza del apretón debe ser menor.
8. Cómo vestir. Qué me pongo
Pues siento decirte que no hay una respuesta de manual a este respecto.
Si acudimos a un evento formal, es muy posible que en la invitación figure algún tipo de indicación sobre la vestimenta a llevar.
Si no nos han indicado cómo acudir vestidos, podemos investigar en internet eventos similares y ver si existen fotos que nos den alguna pista al respecto. También nos queda el recurso de llamar a la persona que nos ha invitado y preguntarle directamente. No temas hacerlo, es más común de lo que te piensas.
Pero si carecemos de todo tipo de información, ¿qué hacer? Mi consejo es casi una norma no escrita: “Hay que ir vestido según las expectativas”. Es decir según lo que se espera del entorno en el que te vayas a mover, el tipo de evento y según lo que se espera de ti mismo. Hazte esta pregunta ¿qué se espera de mí en un evento como éste?
Y como muestra un botón. En los pueblos de España -en realidad en cualquier pueblo del mundo- la gente nunca viste de traje y corbata. Salvo… en sus fiestas patronales. Guardan sus mejores prendas para el día grande, normalmente el día de la patrona o la virgen. Seguramente ese es el único día -bodas, bautizos y comuniones aparte- en que los habitantes del pueblo sacan del fondo del armario ese traje o vestido que lleva “durmiendo” 364 días. Pues bien, sería un error acudir de invitado a un evento como ése en vaqueros y zapatillas. No es lo que se espera de ti ese día.
Dándole la vuelta al lenguaje corporal
Sabemos que los gestos que realizamos, nuestro lenguaje corporal, condiciona lo que otros que nos ven pueden llegar a opinar de nosotros.
Pero... Si cambiamos a propósito nuestro lenguaje corporal en una dirección, ¿cambia también nuestra mente?
Es decir, si adoptamos por ejemplo posturas de superioridad (mentón elevado, posición erguida, piernas ligeramente abiertas y brazos cruzados), ¿sería capaz nuestro cerebro de pensar que realmente tenemos una posición de poder?
¿Podemos hackear nuestro cerebro?
Pues al parecer hay quien piensa que sí, en concreto Amy Cuddy:
Qué gestos te perjudican
- Mirar hacia donde no está tu público: hacia un lado, hacia arriba o hacia abajo. Si lo haces, perderás la conexión con ellos.
- Mostrarte serio. La sonrisa es un arma muy poderosa. Si tienes la suerte de tener una bonita sonrisa, úsala, te sorprenderás de los milagros de este superpoder.
- Esconder tu cuerpo tras un atril. Si el protocolo lo permite, evita su uso. Lo sé, no es fácil, pero inténtalo.
- Ocultar tus brazos y tus manos. Si lo haces parecerá que escondes algo, te mostrarás como alguien poco abierto. Es uno de los peores errores que puedes cometer.
Pero aún hay más...
Bien, pues si necesitas lanzar un discurso y el miedo escénico te está frenando, lo mismo esto te interesa. Es un Reto para combatirlo, pero tiene un pequeño problema: no es mágico.
Tendrás que poner de tu parte para que funcione. Así que si eres de esas personas con determinación, quizá te sirva. Es gratis y es aquí:
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