Nos ocurre muchas veces. Estamos hablando con un amigo y, de repente, nos olvidamos de lo que estábamos diciendo. No hay mayor problema, puesto que al cabo de unos segundos solemos recordarlo o, en caso contrario, tenemos el comodín de la pregunta: “Oye, ¿De qué estaba hablando?”.
Pero esta misma situación se complica cuando tenemos que hablar en público.
Si vamos a hablar sin papeles, detener tu discurso unos segundos sin decir palabra, tratando de encontrar el punto donde dejaste, puede derivar en catástrofe. Cada segundo cuenta mientras los ojos de tus oyentes apuntan directamente a ti.
También nos puede suceder en los discursos escritos. Puede que perdamos la línea por donde vamos leyendo o, simplemente, que hayamos extraviado u olvidado una hoja, o incluso que las tengamos desordenadas.
Pero esto tiene solución, y es bastante sencilla.
Lo mejor si vas a dar un discurso es llevarte un guión. Llevarte significa eso, llevarlo contigo. Si eres capaz de hablar sin él, enhorabuena, eres un crack de la oratoria. Y lo sabes 🙂
Pero digamos que estás en el grupo del 99% de la gente, es decir, que sales a hablar con papeles.
Te recomiendo que no salgas a leer tu discurso. Apóyate sólo en un guión, al estilo de las tarjetas que llevan los presentadores de TV. Para confeccionarlo, sigue estos pasos:
De qué material debes fabricarlas
Deberás encontrar un material más grueso que el papel del que están hechos los folios o DIN A4. ¿Porqué? Sencillo. Si te tiemblan las manos, cosa relativamente frecuente si sufres de miedo escénico, el papel “corriente” transmitirá más tus temblores que uno grueso. Usa en su lugar una cartulina.
Cuál es el tamaño más apropiado
No vayas con una cartulina tipo A4, porque te será muy poco operativa. En su lugar usa cuartillas de mitad de tamaño que un A4, es decir unos 10x15 cm (las medidas de un A6). Este tamaño es muy manejable, te permite con facilidad ir poniendo una tarjeta detrás de otra cada vez que las lees y son cómodas de guardar en la chaqueta. Como ves, el tamaño sí que importa. Yo las escribiría en horizontal, pero si te es más cómodo en vertical, no hay problema.
Cómo cuidar tu privacidad
Nadie tiene porqué conocer tus anotaciones. Escribe las cartulinas por una sola cara, como hacen los presentadores de TV. Si te fijas, en la otra tiene dibujado el logotipo del programa.
Cómo evitar el desorden
Esta parte es fundamental. Imagina que se te caen las tarjetas o que, simplemente, las desordenas sin querer en el último momento. Sin son pocas no pasa nada pero… ¿Y si son 10 o más? Piensa en la situación: tú ahí subido al atril tratando de ordenar las tarjetas mientras la gente te mira de forma confusa. La solución es muy fácil: enuméralas como si fueran las hojas de un libro.
Cómo adaptar la longitud de tu discurso a las circunstancias
Esto ya es para nota. Imagina que eres el último o uno de los últimos oradores del evento en el que participas. Cerrar un acto tiene algunas cosas buenas, por ejemplo, que conoces ya lo que han dicho otros y puedes actuar en consecuencia.
Pero… tiene también algunos riesgos, básicamente dos.
El primero es que corres el riesgo de que los oradores que te preceden hablen de los mismos temas sobre los que tú vas a hablar, con lo que vas a repetir contenidos y aburrir a tu audiencia.
El segundo es que tus oyentes están ya cansados de escuchar tantos y tan ¿aburridos? discursos, por lo que puede que lleguen al tuyo con pocas ganas.
Pues bien, esto tiene también una sencilla solución.
Imagina que vas a hablar sobre la vida sana, y has estructurado tu discurso con tarjetas de la siguiente forma:
0. Índice
1. La dieta: qué comer y qué no para que tus análisis de sangre sean perfectos
a. Alimentos recomendables
b. Alimentos desaconsejables
c. Mitos alimenticios
2. Qué deportes y con qué intensidad es conveniente practicar a partir de los 40
a. Conoce tu cuerpo
b. Ejercicios para hacer en casa
c. Ejercicios para hacer en el gimnasio
d. Ejercicios que puedes hacer en la calle
3. Men sana in corpore sano: cómo ejercitar tu mente
a. Cómo funciona tu mente
b. Juegos mentales para ejercitar tu cerebro
c. Juegos mentales para hacer en familia
4. Las relaciones sociales te alargan la vida, ¿mito o realidad?
a. Qué se entiende por relación social
b. ¿Las redes sociales ayudan o perjudican?
5. El tiempo libre, ¿es realmente necesario?
a. Qué entendemos por tiempo libre
b. El equilibrio perfecto entre el tiempo libre y ocupado
c. Actividades libres para el tiempo libre
No olvides que este es el esquema que escribirás en las cartulinas, junto a unas pocas ideas clave o frases por cada punto. Vas a usar el guión para hablar pero no llevas contigo el discurso escrito. Ése lo puedes haber ensayado en casa o, simplemente, no tener un discurso literal. Esto sería lo ideal. Aprenderte un discurso de memoria es muy difícil y que resulte natural al pronunciarlo también.
Bien, ahora vamos a escribir nuestro guión en las tarjetas de colores, siguiendo estas indicaciones:
· Índice: tarjeta fondo blanco
· Tarjetas relativas al punto 1 (incluidos apartados a, b, c...): tarjeta fondo amarillo
· Tarjetas relativas al punto 2 (incluidos apartados a, b, c...):tarjeta fondo verde
· Tarjetas relativas al punto 3 (incluidos apartados a, b, c...): tarjeta fondo azul
· Tarjetas relativas al punto 4 (incluidos apartados a, b, c...): tarjeta fondo rosa
· Tarjetas relativas al punto 5 (incluidos apartados a, b, c...): tarjeta fondo naranja
* Los colores dan igual, mientras agrupes todas las cartulinas de un mismo punto en un mismo color. Preferiblemente que sean de color claro, para que haga contraste con lo que escribes y te resulte más fácil leerlo.
Atento, porque ahora verás el sentido del uso de colores para las cartulinas.
Tienes tu discurso perfectamente listo y estructurado pero… tus predecesores, sin querer, te han pisado parte de tu discurso. El primer ponente ha hablado de la conveniencia de hacer deporte cuando llegas a la edad adulta (punto 2), y el segundo ponente ha hablado de la necesidad de establecer relaciones sociales para mejorar tu calidad de vida (punto 4).
Y, por si fuera poco, eres el último ponente y tu público está bastante cansado.
Evidentemente no vas a repetir lo que han dicho los otros oradores, y tampoco hay tiempo para rehacer tu discurso. Pero lo tienes fácil. Coge las tarjetas verde claro y rosa claro (puntos 2 y 4) y guárdatelas en el bolsillo. Simplemente cuando llegues a ese punto, comenta que ibas a hablar del tema pero que los otros ponentes ya lo han hecho y que no te vas a repetir. Te aseguro que el público te lo agradecerá.
El alta es gratis, la baja también.
Escribo historias para destacar al hablar en público varias veces a la semana.
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