Si tus discursos o tus charlas resultan aburridas es posible que no estés utilizando el principal arma de todo orador.
Mira.
Si no eres de España, o si lo eres pero crees que la telebasura de Telecinco debería estar en el contenedor marrón de materia orgánica, necesitas una breve explicación.
El cuento empieza así.
Madre tonadillera famosa de nombre Rocío que está de gira 365 días al año y mete a su hija a un internado a estudiar.
Niña que cumple 18 años y quiere comprobar si hay vida más allá del internado.
Niña que se casa con el primer mozalbete que pasa por delante suyo, en este caso uno más simple que el mecanismo de una piruleta, de profesión policía y que se queda con el dinero de las multas.
Pareja que cobra por la exclusiva de su boda y piensa que la vida es jauja. Nada podría salir mal.
Bien, hasta aquí todo bien. Pero la cosa no se detiene aquí.
Niña que crece y se convierte en mujer, pero aún así la siguen llamando con el diminutivo de su madre: Rociito.
Mujer que se divorcia de su marido porque, entre otras cosas, al mozalbete parece ser que estar con una como que le sabe a poco.
Mozalbete hecho hombre, pero sin evolucionar, que encuentra trabajo en los platós de TV contando lo que fue su vida al lado de su ex-mujer y resto de familia famosa y complicada. Trapos sucios por aquí, trapos sucios por allá.
Hombre que no se conforma con contar su miserable vida, sino que se aferra al trabajo fijo de criticar a las familias de otros famosillos y cobrando por ello una fortuna. TV que paga esa fortuna.
Vale, el mercado es el mercado, hay gente que lo ve.
Mujer que necesita dinero y vende súper exclusiva súper millonaria contando los trapos sucios de su matrimonio y denunciando malos tratos físicos y psicológicos.
Hombre que es despedido inmediatamente por la cadena telebasura, la misma con la que su ex ha firmado la exclusiva.
Sueldo millonario que ya no cobra el hombre y que, paradójicamente, pasa a manos de su ex-mujer.
Ministra de Igualdad que entra en directo en el programa basura para comentar las denuncias por malos tratos.
Enorme repercusión mediática, hasta tal punto que las denuncias telefónicas por maltrato han aumentado un 42% desde que se emitió la exclusiva.
42% de aumento es mucho.
Está bien que se denuncie.
El tema es serio.
Y aquí viene la pregunta clave y de la que podemos sacar alguna conclusión útil de toda esta historia de tonadilleras famosas, niñas que buscan explorar mundo, mozalbetes simples que roban, cuernos por aquí y por allá, mujeres en busca de exclusivas y más dinero, acusaciones de maltratos y demás circunstancias propias de familias desestructuradas y televisiones que pagan este tipo de circos.
¿Cómo puede ser que las campañas del ministerio no consigan aumentar las denuncias por maltrato y sí lo haga una mujer subvencionada por la telebasura que lo ha tenido todo en la vida?
Bien, la respuesta es bastante sencilla: las historias.
Las historias bien contadas.
El poder de las historias.
Grandes historias.
Hay historias de vidas duras, divertidas, desgarradoras, surrealistas, trágicas, emocionantes, impresionantes, imprevisibles, admirables, increíbles, apasionantes, inigualables...
Éstas interesan y enganchan, y mucho.
Y también las hay simples, aburridas, planas, oscuras, desapasionadas, tristes, penosas, lamentables, previsibles, tranquilas, monótonas...
Éstas aburren soberanamente.
Depende de cómo las cuentes, las historias son el arma más poderosa del orador, la que más impacto consigue entre su audiencia, la que más le humaniza y por tanto la que mayor conexión alcanza.
Y las que más mueven a la acción.
Si eres capaz de contar una historia de tal forma que consigues meter a tu público en ella de tal forma que la sienta como casi propia, los tendrán en tu bolsillo, se quedarán pegados al asiento y se olvidarán de todo lo demás.
Sólo estarán pendientes de ti y de lo que les cuentes.
Tendrás y te habrás ganado lo más preciado: su atención.
No me pidas que te cuente más culebrones, pero si quieres aprender a contar bien historias, de esas que ayudan a mejorar tus relaciones sociales, a trasladar un mensaje potente a tu audiencia, a vender un producto o a ganar unas elecciones, , para eso tengo un curso.
Y se llama Método "Oratoria desde Cero" en el que te enseño, entre muchas otras cosas, cómo contar historias potentes que cautiven a tu público a través del poder de la palabra.
Concretamente en el capítulo 12, es donde hablo de historias, donde explico la estructura y los elementos que tienes que incluir para contar una historia que de verdad impacte en tu audiencia.
Y todo ello lo explico analizando paso a paso una charla de Jeff Bezzos, fundador de Amazon, y cómo hizo para mantener pegados a sus asientos a los asistentes al evento. Esos mismos trucos que empleó Bezzos y que puedes usar tú también.
Si te interesa, es aquí:
Curso de Oratoria, desde cero
Viene con ayuda ilimitada por mi parte.
Me podrás preguntar todo lo que quieras hasta que finalices el curso. Todo es todo.
Esaú Martín.
El alta es gratis, la baja también.
* Escribo a diario historias sobre cómo destacar al comunicar en público. Además, te ofreceré productos de pago de alto valor para mejorar tu oratoria y que disfrutes hablando. Si esto es un problema para ti o crees que puedes ser el próximo Obama en dos tardes, por favor no te suscribas.
Debes leer y aceptar la política de privacidad para cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y entender que tus datos están seguros, ya que serán guardados en mi proveedor de email marketing Active Campaign, que también cumple con el RGPD. Todo está protegido y amparado por la ley.