Vaya por delante que soy Anti-Vodafone. Lo voy a poner en mayúsculas: ANTI-VODAFONE.
Vale, creo que ha quedado claro.
Razones tengo unas cuantas. Me tardaron año y medio en tramitar la baja porque me dijeron (prometo que esto es real) que el que me tramitó el alta ya no estaba en la empresa (vamos, que deben pensar que los clientes somos gilipollas); a mi madre le activaron y cobraron Internet así de repente (cuando protestó le dijeron que lo había activado ella, y eso que mi madre aún no es consciente de que existe algo llamado Internet), y...
... las llamaditas.
Que levante la mano quien haya recibido alguna llamada de Vodafone.
Ya podéis bajar las manos.
Las dichosas llamaditas de Vodafone son para escribir un libro.
No conozco peor empresa en el mundo, ni probablemente la conoceré, que gestione tan mal la (des) atención al cliente. No se puede hacer tan mal. Imposible.
A veces me pregunto si los de Movistar no habrán infiltrado teleoperadores en Vodafone.
Bien, si eres de Vodafone, lo siento. De verdad. Suerte.
Pues resulta que hace unos días leí la noticia de que un juez había multado a Vodafone por "acoso" a un chico. Éste, obviamente, ya no estaba en esa empresa pero le seguían llamando de madrugada (a pesar de estar prohibido por ley). Y pese a los requerimientos del chaval, le seguían llamando.
El pobre hombre tenía cefaleas y trastornos del sueño.
Así que se hartó y denunció. Y claro, ganó.
Una condena así llega unos cuantos lustros tarde, pero al final llega. Aún así, 6.000 euros de multa para Vodafone es como la propina que dejas cuando te tomas un café. Esos 10 céntimos que depositas en la bandeja...
En fin, que los operadores de Vodafone son muy pesados y la empresa tiene una estrategia suicida. Pero allá ellos.
¿Qué nos puede enseñar Vodafone de todo esto?
En realidad nada, los de Vodafone no saben, así que poco pueden enseñar.
Pero yo te voy a decir algo: la insistencia, el foco, la estrategia a la hora de diseñar nuestro mensaje. Todo eso es fundamental. Yo diría que lo más importante de todo.
Debemos insistir en nuestro mensaje, pero no como lo hace Vodafone. No. Para eso hay formas muy sutiles de hacerlo. Lo explico en el paso 2 de mi formación. Cómo centrar nuestro mensaje sin resultar ni insistentes ni pesados, pero muy muy eficientes.
Es el paso 2 y no en el 15 porque es de las primeras cosas que tienes que aprender cuando quieres diseñar una charla. Es como los cimientos de tu intervención pública, fuertes y sólidos.
Y te lo explico con un ejemplo que hasta un teleoperador de Vodafone podría entender. Y es tremendamente útil.
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Esaú.
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