Hace unos días estuve en San Sebastián viendo un concierto del Orfeón Donostiarra.
Vaya por delante que no soy ni muy fan ni muy entendido de la música clásica (yo me quedé allí por los años 80, en la música POP española). Es más, me aburre bastante. Así que no fui muy convencido, pero había que probar.
En realidad no era un concierto de música clásica como tal, sino de música de diferentes partes del mundo. Era como un recorrido musical a lo largo del planeta.
Bien, pues el concierto empezó con el director explicando la primera obra, el Hallelujah (esta sí que me encanta): quién la compuso, porqué, dónde se canta, las versiones que hay, etc... Le siguió -obviamente- la interpretación de la pieza.
Y eso es lo que fue sucediendo durante todo el concierto. Una explicación previa del director y luego la pieza musical. La verdad es que el director tenía mucho "arte" a la hora de contar historias.
Nos contó anécdotas de todo tipo, desde la vida del autor, hasta cómo compuso la obra, pasando por los diferentes intérpretes a lo largo de la historia.
Por ejemplo, en la canción "Moon river" de la película "Breakfast at Tiffany's" ("Desayuno con diamantes"), nos desveló que Audrey Hepburn se negó inicialmente a cantarla porque no entendía alguna palabra y encima le sonaba mal.
Cuando le explicaron el sentido de la frase, enseguida accedió a interpretarla. Pero más tarde, cuando alguien decidió que finalmente la canción no iba a ser incluida en la película, Audrey se negó en redondo y exigió que se incluyera.
Obviamente, le hicieron caso a la actriz.
Y así fue discurriendo el concierto, entre historias realmente entretenidas y música.
Historias y música,
historias y música...
una combinación infalible.
Y me pareció una forma muy apropiada de acercar a la gente a la música.
La música se entiende mejor cuando te la explican. Eso está claro.
Bien, pues como has visto, las historias son como un imán, atraen a la gente y sirven para explicar las cosas de forma mucho más amena y atractiva.
Por eso es una buena idea incluir historias en tus intervenciones públicas.
¿Una historia cualquiera?
Nooo, tienes que elegirla bien y saber contarla.
Tranquilo, hay técnicas para hacer eso. Son sencillas, son muy útiles y te ayudarán a que tu charla no pase desapercibida como le pasa a Patrick Swayze en la película Ghost.
Está pero es como si no estuviera.
Nadie le ve.
Pasa desapercibido.
Son sólo 7 sencillos pasos. 7 elementos que los aplicas y te aseguro que tus historias volarán directamente desde tus labios hasta el cerebro de tu audiencia. Y dejarás de ser un Patrick Swayze en Ghost, mira:
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Ten cuidado ahí fuera, y pasa un gran día.
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