Están la situación con el v-i--r-u-s como para tomárselo a broma.
No sé en tu país pero en España las cosas van regular. Están surgiendo nuevos rebrotes sobre todo procedentes del ocio, bien sea en casas particulares o fuera (en bares y discotecas).
Bien, pues hace sólo unos días un conocido grupo español de música pop, "Taburete", actuaba el sur de España, concretamente en Marbella.
En un momento del concierto al cantante no se le ocurre decir otra cosa que...
"Ni una puta mascarilla".
Así, como suena, "Ni una puta mascarilla"...
Claro, estando la situación como está, enseguida saltó la polémica.
Acusaron al líder del grupo de desaconsejar el uso de la mascarilla, en un momento en el que es obligatoria...
Como es habitual en estos casos, enseguida llegan los desmentidos.
Según afirmaba el propio cantante, sus palabras eran de reproche hacia el público por no llevar la mascarilla. Supuestamente les estaba diciendo algo así como "ya os vale, no lleváis ni una puta mascarilla" (esto son palabras mías).
Algunos entendieron algo así como: "venga, no quiero ver ni una puta mascarilla" (también es mía la frase). Es decir, que estaba animando a no usarla.
Bueno, sea como fuere, está claro que la frase fue desafortunada.
Los malos entendidos son muy comunes en la comunicación cuando no hablamos de forma sencilla, concreta e inequívoca.
La frase de Willy Bárcenas, que así se llama su autor, era desde luego sencilla y concreta pero... NO inequívoca.
Sí, muchas veces en función del contexto y del tono podemos dar significado a lo que acabamos de escuchar pero, en este caso, parece que no fue suficiente.
Si de verdad el cantante quiso reprochar a los asistentes la falta de uso de esta medida de protección, debería haberlo hecho de otra forma.
Porque es como si dices que hay un problema con la droga.
Para muchos será un problema de salud pública (de los jóvenes principalmente), para otros el problema es la delincuencia asociada a este "negocio", para algunos será el flujo de dinero negro, y para otros... que la droga es muy cara.
Cada uno con sus circunstancias.
Yo de drogas no sé. No tengo ni idea, no me interesan.
Eso sí, el c-o-r-o-n-a--v-i--r-u-s me preocupa más.
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