Cuando la mafia calabresa secuestró a su nieto de 16 años en julio de 1973, el empresario petrolero John Paul Getty, de 81, era considerado el hombre más rico del mundo.
Era un empresario ahorrador, como todos los ricos que se precien y -al parecer- un tanto tacaño.
El señor había hecho mucho dinero con los pozos petrolíferos de Oriente Medio. Y, a más dinero, más fama.
Dinero llama a dinero, sí, pero también llama a fama.
Así que era un personaje conocido. Y los ladrones no arriesgan, van a por lo que conocen. Así que atacaron su punto débil: la familia.
La familia Guetty era numerosa. 14 nietos, nada más y nada menos.
Hay una película que narra toda la historia, que fue completamente real.
En una de las escenas, el jefe del clan habla con su nieto y le regala una estatua bastante fea que compró por menos de $10 (tras un duro regateo con el vendedor) y que más tarde descubrió que tenía un valor de más de un millón de dólares.
Mientras se la entrega -con esa voz que sólo saben poner los mafiosos- le dice...
- "Eres un Getty"...
Y mientras le acaricia la cabeza como si fuera un gato.
El niño, que no entiende nada, pasa de su abuelo y se centra en la horrible estatuilla.
Fin de la escena. Está claro que los niños no son fácilmente impresionables, ni siquiera cuando eres un Getty.
Bien, pues días después, unos tipos deciden secuestrar a la criatura.
Lógicamente, su madre acude a pedir ayuda y el sr. Getty se hace el sueco.
Hombre rico, famoso, secuestro de uno de sus nietos... pues ahí aparecen varias docenas de periodistas esperando a que el abuelo saliese por la puerta de casa.
Él -que para eso es un Getty- sale seguro de sí mismo y pronuncia las siguientes palabras:
- "Tengo 14 nietos. Si pago el rescate, tendré 14 nietos secuestrados".
La madre, que lo estaba viendo por TV:
- "%&&¿?¡¡!%(=/)/·""&/...."
A la pobre se le salían los ojos de las órbitas. Lógico.
Ya lo tenemos todo. Familia rica, nieto secuestrado, revuelo monumental... ¿qué podemos aprender de todo esto?
A mí la frase de los 14 nietos me parece una genialidad. Ojo, no la tacañería del sr. Getty, la frase. Es una poderosa arma de comunicación, engloba varias de las claves que todo orador debería conocer para impactar a su audiencia.
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