Cuando me enteré de que Joe Biden es tartamudo, me puse a leer sobre su biografía.
Al parecer, en el colegio de monjas al que iba de pequeño, una de ellas le dijo que con su tartamudez nunca llegaría a ser nadie.
¡Vaya ojo el de la monja!
Pero la monja no contaba con que la madre de Biden, se plantaría en la escuela del pequeño Joe. Así que allí fue y le soltó un buen "rapapolvo" a la monja-maestra.
Normal, las monjas no son madres y desconocen el poder de éstas.
Luego fue donde su hijo y le dijo: "Joe, tú verás, o dejas que esto te hunda y acabe contigo, o te pones las pilas y haces que este problema no sea una barrera en tu vida".
¿Y qué hizo Biden?
Pues hacerle caso a su madre, que es lo que tiene que hacer un hijo a esa edad. Y a base de esfuerzo, mejoró mucho su forma de hablar. La tartamudez no desapareció pero fue a menos, mucho menos.
Y eso mejoró su carrera profesional.
Vaya si lo hizo.
Eso demuestra 2 cosas:
1. No tienes que ser perfecto para tener éxito, me da igual a lo que te dediques (si no me crees, mira Trump).
2. En oratoria no hay barrera que no puedas tumbar. La tartamudez, el miedo escénico... lo que sea, está en ti y no en los demás, y tiene solución.
A veces nos ponemos muros imaginarios a nuestro alrededor, que lo único que hacen es impedirnos tomar el camino que más nos va a beneficiar.
Tratamos de postergar nuestra decisión de hablar en público porque no estamos aún preparados, porque necesitamos superar ese miedo que nos paraliza.
Error.
Si piensas así, nunca hablarás en público porque nunca estarás preparado.
Precisamente una de las claves para superar el miedo escénico, es enfrentarse a él interviniendo en público. Piénsalo.
Hay más claves, sí, pero afrontar el reto es una de ellas.
Precisamente de todo esto hablo en el paso 1 de mi formación, donde explico en detalle cómo hizo el famoso empresario Warren Buffett para superar sus nervios. Todo gracias a 3 claves, una detrás de otra, y lo consiguió.
Lo más curioso es que no tienes que apellidarte Buffett para lograrlo, porque son técnicas muy sencillas. Yo te las enseño dentro.
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Viene con una ayuda ilimitada por mi parte (me podrás preguntar todo lo que quieras, todo).
Disfruta del día y... ten cuidado ahí fuera.
Esaú Martín.
El alta es gratis, la baja también.
* Escribo a diario historias sobre cómo destacar al comunicar en público. Además, intentaré venderte productos de alto valor para mejorar tu oratoria y que disfrutes hablando. Si esto es un problema para ti o crees que puedes ser el próximo Obama en dos tardes, por favor no te suscribas.
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