Hoy te voy a hablar de entonaciones, muy propio de las navidades y sus villancicos.
Porque no es lo mismo entonar en "modo villancico" el:
Pero mira cómo beben los peces en el río,
pero mira cómo beben por ver al Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a beber...
Los peces en el río,
por ver a Dios nacer.
... que hacerlo en modo narrativo "normal y corriente", como si estuvieras leyendo una definición en un diccionario.
Si lo haces de la segunda forma habrás convertido un gran villancico en... la nada más absoluta.
Le habrás quitado todo el sentido al texto.
Habrás decepcionado a quien te escucha.
Vamos, que para entonar así pero que no hubieras abierto la boca.
¿Ves a dónde quiero llegar?
Sí, la entonación es fundamental y muchos de vosotros me lo habéis dicho en la encuesta que os mando al suscribiros a esta newsletter:
"Me cuesta entonar"
"Mi tono de voz aburre"
"Siento que al hablar no transmito, que no intereso a mi público"
El cantante Pablo López, que yo sepa, no está suscrito a mi newsletter pero me gustó una frase que le escuché el otro día en el concurso "La Voz" España:
"Incluso cuando regañamos entonamos".
Y es verdad. La entonación es algo que en contextos habituales nos sale de forma natural pero que, por alguna razón, cuando hablamos en público solemos perder con facilidad.
Es como si se nos desactivara esa función nada más empezar a hablar frente a una audiencia.
Por eso hay que conocer las técnicas de vocalización, pausa, velocidad, silencio y entonación. Una gran charla mal entonada es la nada.
Si quieres aprender a cómo entonar correctamente y pronunciar discursos con la misma facilidad que entonas un villancico, te puedo ayudar.
En mi formación "Oratoria desde Cero" no encontrarás canciones navideñas pero sí discursos analizados y uno en concreto de Antonio Banderas en el que te explico paso a paso y de forma súper sencilla, cómo debes usar tu voz para darle color a tu discurso.
Empezamos desde cero y cuenta con asistencia ilimitada por mi parte.
Esaú Martín.
El alta es gratis, la baja también.
* Escribo a diario historias sobre cómo destacar al comunicar en público. Además, intentaré venderte productos de alto valor para mejorar tu oratoria y que disfrutes hablando. Si esto es un problema para ti o crees que puedes ser el próximo Obama en dos tardes, por favor no te suscribas.
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